domingo, 27 de noviembre de 2011

Las excepciones confirman la regla.

Un instante efímero e insignificante, pero que jamás podrá ser retomado o eliminado. ¡Quién tuviera esta capacidad! ¿Cómo es posible que un segundo inestimable en el curso del tiempo, pueda causar un cambio perdurable de tales dimensiones?
Sí, todos cometemos errores, unos más que otros, pero nadie se libra. Por lo tanto, ¿no sería lo justo gozar siempre de una segunda oportunidad? Sin embargo, si hay una cosa que la vida me a enseñado, es que en la mayoría de ocasiones no es todo lo justa que se nos encapricharía. Y nunca nos permitirá volver atrás. A veces, simplemente, porque nos lo merecemos, lo hemos hecho mal y debemos asumir las consecuencias, y limitarnos a aprender de nuestros errores. Otras, para que sepamos darle un giro a la situación y dejarla cómo debería. Y, la gran mayoría, al menos en mi circunstancia, para aprender a sacarle el lado bueno a los desastres, sólo que a veces actuamos cómo excepción a la norma, pero, cómo bien dijo alguien, las excepciones confirman la regla.

jueves, 24 de noviembre de 2011

Luchando por un juego limpio

¿Quién asegura que los pasos del valiente son imparables? Ya que todos bien sabemos que, a la hora de la verdad, por desgracia, no siempre se torna todo en contra del cobarde.
¿Quién corrobora que estás en lo correcto? Si todo el mundo parece defender lo contrario, el escandaloso ruido de las mayorías.
¿Quién me va a decir en quién confiar? Si para ellos todo es un juego trucado a su favor.
¿Cómo sabré cuál es la finalidad de este? Si la única norma existente es la de eliminar a todo el que lucha por poner sus piezas en juego.
Pero, ¿quién podrá apagar la voz del insaciado? Pues, por mucho que traten en vano de silenciarla, mientras alcance los oidos de un soñador seguirá sonando.

martes, 15 de noviembre de 2011

Refugiarse entre versos y sonrisas, gritos silenciosos en medio de una sorda multitud.

Quiero gritar, bien alto, que se escuche en cada rincón de este pequeño mundo. Quiero romper a llorar aquí mismo, que más dará quién mire. Quiero decir tantas cosas... Pero me temo que ya no tengo la fuerza necesaria, me limitaré a escribirlas entre páginas que nunca nadie llegará a leer. Ya no se quién soy, o , mejor dicho, en quién me he convertido. El resultado de un recuerdo que trata de plantarle cara al presente. Oculto tras las cámaras, se puede ver a mi antiguo ''yo'' intentando disfrazar al actual. Y ante esto sólo queda el dolor. Porque duele darse cuenta de que una vida aparentemente perfecta y sin complicaciones, se transformó con la misma facilidad con la que un mar en calma torna en una despiadada tormenta. Quiero volver y tengo la esperanza de que llegará el día en que pueda cantarle a las maravillas de la vida. Pero, hasta entonces mejor buscar refugio entre letras y acordes, los únicos capaces de enmudecer cualquier sufrimiento.

martes, 8 de noviembre de 2011

Un genio incomprendido

Distraida se sienta a su lado, sin premeditarlo, instintivamente. Lo que cabe pensar, lo que entra dentro de lo evidente, es que aquel es el sitio libre más cercano y esto es lo que le lleva a ocupar ese lugar. Pero, ella sabe que no,y por mucho que intente autoengañarse, no podrá cambiar lo indiscutible. Quizás es su subconsciente, que se la ha vuelto a jugar, aprovechando un momento de descuido, para sentarle junto a él. Porque, sí, aunque quisiera, no va a negarlo. Pero ese hombrecillo apuesto de aire misterioso, que a su lado se encuentra, le intriga. No es atracción, ningún tipo sentimiento, ni mucho menos enamoramiento, ese tipo de cosas no son para ella. Simplemente le intriga. Le intriga saber que hay detrás de esa mirada siempre ausente, de la manera de contestar distraidamente cuando alguien trata de sacarle unas palabras, cómo si la conversación fuera el paréntesis de un sueño maravilloso al que anhela regresar. La forma en que camina, dando la sensación de que el más mínimo soplo de viento le hará venirse abajo. Esa gran virtud que posee de ser capaz de escuchar el silencio y su gran valor, al no temerle a la soledad. Pero, ante todo, esos maravillosos poemas que pudo entrever  entre sus descuidados apuntes de literatura. Aquellos que corroboraban que ella estaba en lo cierto, él era un artista, un poeta más con un talento fuera de lo normal, pero irreconocido por su sociedad, he aquí otro de los muchos fallos de esta.

domingo, 6 de noviembre de 2011

Impotencia ante la funesta realidad

Paseando entre noticias, historietas de barrio, experiencias o incautos cotilleos de vecindario, puedes presenciar, siempre con un poco de sensibilidad por medio, cómo, la gran mayoría de estos sucesos son precedidos por lágrimas y sufrimiento. Continuamente dejándo tras de sí corazones desolados, vidas destrozadas y personalidades trastocadas, daños cuya reparación es más costosa que la reconstrución de pueblos enteros, me atrevería a estimar. ¿Y cuál es el fin de estas líneas tan desesperanzadoras? Pués nada más trascendental que servir de refugio ante la nefasta realidad. Ya que, para mí, en este preciso instante este párrafo es el centro de mí mundo. Pero en cuentas reales, estas letras no significa nada ante la infinidad de palabras dichas y por decir allá afuera. Y que, desgraciadamente, no son capaces de hacer nada por poner fin a todas las barbaries sufridas por millones de personas en estos dias. De ahí esta terrible impotencia. ¿Quién fuera capaz de llegar a todos y cada uno de los corazones que sufren y poner en ellos la pizquita de amor que tanto necesitan?